miércoles, 15 de junio de 2011

A mis Amigos...

A lo largo de los años, los seres humanos caminamos por la vida acumulando logros, triunfos, éxitos, fracasos, desilusiones, engaños, pérdidas, alegrías, tristezas, enseñanzas, lágrimas, felicidad y un sinnúmero de experiencias que nos hacen crecer y convertimos en hombres y mujeres fuertes ante la vida.

Ese camino lo recorremos al lado de un grupo de personas, (a veces muy grande, a veces muy pequeño)  en el que Dios nos pone. A ese grupo de personas le llamamos familia y son aquellos seres que están ahí, educándonos, dirigiéndonos por el mejor de los caminos, sustentando nuestros gastos, amándonos, intentando darnos lo mejor del mundo.  Ellos están ahí en el momento en que nacemos, o llegan cuando crecen las generaciones.

Sin embargo hay otro grupo de personas que Dios la pone en nuestros caminos pero somos nosotros quienes decidimos si queremos o no incluirlo en nuestro vidas.

Son esos los que están presentes en los mejores y peores momentos que tiene la vida, los que en algún momento son hombros donde puedes desahogarte, son esos que celebran tus triunfos aun cuando tú tienes dudas de que sea algo importante.

Esas personas que se convierten en cómplice de tus más arriesgadas aventuras, los que aplauden tus buenos actos pero siempre tienen un regaño preparado para cuando hagas algo mal.

Esos, con los que compartes risas, pero que les toca también llorar contigo, los que se enojan pero se mueren de ganas de que les vuelvas a hablar, los que se convierten en padres y empiezan a dar  consejos incluso de temas que aun no manejan.

Aquellas personas que tienen bien ganado el título de AMIGOS dentro de tu corazón, los que sin importar el tiempo y mucho menos la distancia continúa compartiendo contigo aquellas cosas que los hace tristes y felices a los dos.

A mis 22 años tengo la dicha de haber ido acumulando amigos en mi corazón, amigos que desde mi infancia han estado ahí en cada paso, en cada decisión, en cada reto, otros que el destino puso en mi camino convirtiéndose en el grupo grande de hermanos que siempre quise tener.

Esos que han aguantado mis berrinches, mis malos humores, mis tristezas, mis llantos, los que me han apoyado en mis fracasos, en las enfermedades, los que han probado de mi mismo vaso los tragos más amargo de la vida.


Pero son esos mismos los que han bailado conmigo en las fiestas, con los que he compartido los pasteles del triunfo, y la alegría de escalar peldaños.


A mis amigos las gracias por estar ahí, por formar parte de mi recorrido, por cada vez que me hicieron ver que lo estaba haciendo mal, por advertirme, en algún momento, que mi camino no me conduciría a mi destino.
A ustedes gracias del Alma por ser mis amigos, los mejores del mundo, con los que he peleado, sufrido, llorado, pero también he reído, bailado, cantado, y soñado.  

Gracias porque permitirme conocerlos, tanto que sé que están pensando "tu te estas despidiendo muchacha" pues sepan que no, sólo que quiero expresarles lo importante que son para mí, eso nunca lo olviden.
@ Madeline Gómez, Estefany Collado, Nallely Peña, Anllury Collado, Aileen Ceballos, Leandro Mieses Deuris Lima, y  Saoni Grullón.

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