Desde aquel día, 4 de octubre del 2010 (fecha en que entré como pasante al periódico Hoy), amé cada segundo la decisión de estudiar Periodismo, fue allí donde verdaderamente aprendí lo que tanto insistían en enseñarme mis profesores de la UASD.
Entendí de dónde salen en realidad las noticias y el compromiso que significa hacer una. Aprendí también el verdadero rol de éstas en una sociedad de máscaras y bajas ambiciones, de sucias y oscuras proposiciones.
Era grande aquella emoción de correr detrás de un personaje importante de esta nación. Es inolvidable la primera protesta que cubrí frente al Congreso Nacional, la primera vez que cubrí un tiroteo en la avenida Independencia, el funeral de un dirigente del PLD, el primer apretón de mano al presidente, mis temerosas entrevistas a funcionarios, mi fiebre de Periodista nueva que quería salir a la calle en búsqueda de un acontecimiento.
La muerte de Jorge blanco, la llegada del cólera al país, los famosos intercambios de disparos por parte de la policía, las alzas en los precios del pan y otros productos de primera necesidad. Cómo olvidar los sondeos sobre las esperanzas de la gente con la llegada de un año nuevo, en fin… muchas fueron las cosas que viví en el periódico Hoy.
Hoy, con la tristeza de finalizar una etapa, pero con la convicción de que pasé por una gran escuela, con maestros inolvidables que fueron guías en mi camino, empieza un nuevo recorrido.
Hoy, con lágrimas en los ojos, agradezco a Leonora Ramírez por todo lo que con su paciencia incomparable me enseñó, por su esmero: "Nunca te autocensures, que sean otros los que te censuren pero tú nunca lo hagas, never in the life". Eso nunca lo olvidaré, Leo.
Juan María, un periodista del pueblo, preocupado por los males de una clase que no tiene dolientes, gracias a ti me di cuenta de que había pasado mi vida en una caja de cristal, indiferente a que en mi país miles de personas viven en niveles de pobreza tan extremos que nos hacen cambiar nuestra forma de ver la vida.
Tras mi paso por el periódico Hoy aprendí a confiar en mí, y a creer lo que Radhamés González me dijo muchas veces "tu llegaras muy lejos, pero tienes que fajarte".
La alegría, el entusiasmo y la energía de Rosa Alcántara eran contagiosos. Me subía los ánimos. Me sentí tan bien aquel día en que un Periodista le preguntó "¿Rosa, esa es tu asistente? Rosa respondió "No. Ella es periodista". Por primera vez alguien me quitó la etiqueta de "practicante" que tenía.
En el periódico Hoy aprendí que se puede hacer periodismo con "cheverismo", y que para entender el término hay que conocer a Marien Aristy Capitán, jefa de redacción del periódico, periodista, poeta, un poco impulsiva, pero con una calidad humana extraordinaria.
Para concluir el recorrido por los que fueron mis Maestros en la sala de redacción del periódico Hoy, dejé para el final a una magnifica persona, que desde mi entrada a aquel frío lugar guió mis pasos por el camino correcto, y sobre todo confió en mi capacidad de aprender y hacer las cosas bien. Fue este el motivo por el cual, a pesar de mi poca experiencia, en el periodismo y en la vida, me recomendó, con los ojos cerrados, para que formara parte del nuevo diario digital Acento.com.do.
Gracias a Taty (Altagracia Ortíz), quien me puso en manos de otros excelentes Maestros (Gustavo Olivo y Fausto Rosario). Gracias a ella vi nacer a Acento.com.do.
Entendí de dónde salen en realidad las noticias y el compromiso que significa hacer una. Aprendí también el verdadero rol de éstas en una sociedad de máscaras y bajas ambiciones, de sucias y oscuras proposiciones.
Era grande aquella emoción de correr detrás de un personaje importante de esta nación. Es inolvidable la primera protesta que cubrí frente al Congreso Nacional, la primera vez que cubrí un tiroteo en la avenida Independencia, el funeral de un dirigente del PLD, el primer apretón de mano al presidente, mis temerosas entrevistas a funcionarios, mi fiebre de Periodista nueva que quería salir a la calle en búsqueda de un acontecimiento.
La muerte de Jorge blanco, la llegada del cólera al país, los famosos intercambios de disparos por parte de la policía, las alzas en los precios del pan y otros productos de primera necesidad. Cómo olvidar los sondeos sobre las esperanzas de la gente con la llegada de un año nuevo, en fin… muchas fueron las cosas que viví en el periódico Hoy.
Hoy, con la tristeza de finalizar una etapa, pero con la convicción de que pasé por una gran escuela, con maestros inolvidables que fueron guías en mi camino, empieza un nuevo recorrido.
Hoy, con lágrimas en los ojos, agradezco a Leonora Ramírez por todo lo que con su paciencia incomparable me enseñó, por su esmero: "Nunca te autocensures, que sean otros los que te censuren pero tú nunca lo hagas, never in the life". Eso nunca lo olvidaré, Leo.
Juan María, un periodista del pueblo, preocupado por los males de una clase que no tiene dolientes, gracias a ti me di cuenta de que había pasado mi vida en una caja de cristal, indiferente a que en mi país miles de personas viven en niveles de pobreza tan extremos que nos hacen cambiar nuestra forma de ver la vida.
Tras mi paso por el periódico Hoy aprendí a confiar en mí, y a creer lo que Radhamés González me dijo muchas veces "tu llegaras muy lejos, pero tienes que fajarte".
La alegría, el entusiasmo y la energía de Rosa Alcántara eran contagiosos. Me subía los ánimos. Me sentí tan bien aquel día en que un Periodista le preguntó "¿Rosa, esa es tu asistente? Rosa respondió "No. Ella es periodista". Por primera vez alguien me quitó la etiqueta de "practicante" que tenía.
En el periódico Hoy aprendí que se puede hacer periodismo con "cheverismo", y que para entender el término hay que conocer a Marien Aristy Capitán, jefa de redacción del periódico, periodista, poeta, un poco impulsiva, pero con una calidad humana extraordinaria.
Para concluir el recorrido por los que fueron mis Maestros en la sala de redacción del periódico Hoy, dejé para el final a una magnifica persona, que desde mi entrada a aquel frío lugar guió mis pasos por el camino correcto, y sobre todo confió en mi capacidad de aprender y hacer las cosas bien. Fue este el motivo por el cual, a pesar de mi poca experiencia, en el periodismo y en la vida, me recomendó, con los ojos cerrados, para que formara parte del nuevo diario digital Acento.com.do.
Gracias a Taty (Altagracia Ortíz), quien me puso en manos de otros excelentes Maestros (Gustavo Olivo y Fausto Rosario). Gracias a ella vi nacer a Acento.com.do.
La palabra “gracias” no es suficiente para expresar lo que significó para mí poder contar con maestros que no sólo me marcaron pautas para hacer un buen periodismo, sino para ser cada día una mejor persona, gracias del alma.
25-01-2011
Carolina, me identifico por completo con tu agradecimiento y despedida, pues el primer medio al que llegas siempre crea una enorme impresión en tu carrera, ya que es ahí donde te topas con la realidad del oficio por primera vez. Lo bueno de todo es te vas cargada de aprendizaje y eso no es de nadie más que tuyo.
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